martes, 20 de septiembre de 2016

"EL REGALO DE LO ORDINARIO" de esto se trata...

Y si, De esto se trata el scrapbook tradicional de documentar tu vida, los días ordinarios que después nos damos cuenta de lo extraordinarios que eran. Se trata de abrazar y atesorar los momentos que van construyendo nuestros días, nuestra vida y de aprender a dejar ir y a terminar e iniciar etapas en los capítulos de nuestra historia. 

Este es un texto inspirado en Katrina Kenison y encontrado en la red.

"Los dias ordinarios"

Si crees que la vida en familia que tienes ahora, la tendrás para siempre, tal vez debas prestar atención a los días comunes, esos que comienzan con cereal y terminan viendo películas.

Entre ellos están los días en que mis hijos jugaban con el perro, comían helado por los cachetes, y se mecían en los columpios. Tardes con manguera y lodo, que los chiquillos terminaban en mi cama, en aquellas noches de cine familiar.

Cuando mi primer retoño lloró en la puerta del kinder, pensé que siempre lloraría al separarse de mí. Pero todo sucede por etapas y a su tiempo. Entonces los problemas nos parecían enormes; las alergias, el partido perdido, peces y hamsters que morían uno tras otro. Pero en general, el mundo en que vivíamos y la familia que construimos, hizo sentir que la infancia era sólida y duradera.

Lo más bello de esa etapa fue mecerlos en mi regazo oliendo a talco y a cabello recién lavado. El beso y la bendición antes de dormir. Dejarlos en su recámara por tan poquito tiempo, por que siempre amanecían en la nuestra.

Me preocupaba que si no les leía un cuento antes de dormir, no los motivaría a leer, y me entristecía si discutían por el turno del juego como si fueran a pelear por el resto de sus vidas.

Todas las etapas llegan a su fin. La pelota deja de volar por el jardín. Los juegos de mesa se llenan de polvo. Regalas la bañera de plástico y ahora esperas horas a que salgan de la regadera.

La puerta de la recámara que siempre estuvo abierta, de pronto un día: se cierra. Un día al cruzar la calle estiras tu brazo para alcanzar la manita que siempre estuvo ahí para agarrar la tuya, y tu chico de trece años camina un par de pasos atrás, pretendiendo no conocerte.

Has entrado a un nuevo territorio llamado adolescencia y no conoces el piso en donde estas parada. El hijo que cargaste y cuidaste se ha transformado en un sujeto jorobado sobre una computadora. Te preguntas si lo estás haciendo bien, pues ya no hay marcha atrás. Te preguntas si podrás sobrellevar el resto del día sin discutir, y acabas agotada recordando aquellos días que parecían eternos y se han esfumado.

Las advertencias y consecuencias ya no funcionan. Las charlas de sobremesa ya no existen. Haces lo que puedes, como puedes: llenas el refrigerador, chofereas, negocias permisos, supervisas, asistes a las citas de calificaciones, dejas de asistir a los partidos, e ignoras la recámara que parece haber sido bombardeada.

Te piden otra vez dinero. Tratas de no hacer muchas preguntas. Tratas de obtener todas las respuestas. Vuelves a llenar el refrigerador. Compras pizzas. Te asomas por el balcón a ver la fiesta. Aprendes a textear con ellos. Aprendes a rezar por ellos. Tus noches de sueño ahora son noches de alerta. Te haces experta en leer entre líneas, en interpretar miradas, en determinar olores.

Te dice "qiubo ma" y de pronto estas de frente a una verdad que sabías desde hace tiempo y te negabas a enfrentar. Ahora el joven no necesita, ni que le prepares leche, ni que le cierres la chaqueta: necesita tu confianza.

Te recuerdas a ti misma, que habrá que dejarlos ir y practicas el arte de vivir el presente. Saboreas cada minuto que tienes, aquí y ahora, cenando con tu familia y diciendo buenas noches en persona. Das el beso en la mejilla y la bendición en la frente, aunque parezca que ya no les gusta.

No podemos cambiar el crecimiento de nuestros hijos, pero podemos cambiar nuestra actitud ante ello, en vez de decir lo que deberían corregir, piensas en lo superado y logrado por cada uno, por que en cualquier momento vas a estar abrazando a tu pequeño de 1.80 metros de estatura y lo harás de puntitas para decirle al oído que lo extrañarás mientras hace su maestría en otro continente.

El torbellino de los cajones azotados y los ganchos caídos buscando una sudadera al son de la música estridente, se han ido ya. La casa tiene una nueva clase de silencio. El galón de leche se vuelve agrio. Por fín sobra una rebanada de pastel para tí, pero ya no tienes apetito. Nadie te pide que lo lleves a ningún lado.

Entonces miro a mi esposo, sentado en la mesa del antecomedor, que de pronto se hizo muy grande para dos, y me pregunto cómo es que todo pasó tan de prisa. Mis libreros están llenos de albums con veinte años de fotos: piñatas, premios, partidos y navidades. Sin embargo, los recuerdos que más deseo atesorar; los que desearía volver a vivir, son los momentos que nadie pensó en fotografiar; esos ratos que pasaban a diario entre la cocina y el cuarto de tele. Desayunar cereal en pijamas y acurrucarnos a ver una película al final del día.

Me tomó mucho tiempo percatarme, pero definitivamente lo aseguro, que el más maravilloso regalo que me ha dado mi familia, el que compone mi más grande tesoro, es el regalo de esos preciosos y perfectos días ordinarios.


Una serie de fotografías de nada en especial...con mi galán favorito.


La hermosa princesa que acompaña mis días...a veces 
Pero no solo tomes fotos ¡cuenta historias!
Feliz Feliz Scrap!!!

lunes, 12 de septiembre de 2016

SEIS SOMBREROS PARA PENSAR

Hola blogosferin@s de mi corazón!!
Siempre he compartido que mi gusto por el scrapbook no se centra únicamente en los materiales hermosos que se usa, mi acercamiento a él fue debido a la necesidad que tenía de contar lo que en aquel momento de la vida me pasaba y bueno he descbierto con los años que eso es lo que me encanta la idea de documentar mi historia y también conforme han pasado los años he descubierto formas distintas de hacerlo.
Esta actividad en "Sólo una palabra" me ha resultado en este momento de mi vida muy reveladora y es que los últimos meses han sido un vaivén de emociones y a veces pues uno no esta entero, también he aprendido con el tiempo que eso pasa, todo pasa...
Pues en mi reencuentro con "Seis Sombreros para Pensar"  en la cual su creador te invita a ponerte sombreros imaginarios de un color en especial para tomar decisiones (si quieres saber más PÍCALE AQUI)  he de decir que ha tenido un efecto maravilloso y es que este tipo de ejercicios no son varitas mágicas que arreglan la vida sino herramientas para que puedas tomar decisiones y/o veas las cosas desde otro punto de vista. 
Yo creo que su creador el psicólogo maltés Edward de Bono ni idea tenía que sería inspiración para hacer una actividad de scrapbook, pero en definitiva la inspiración llega cuando menos te la esperas.
En aspectos más "escraperos" resulta que toda mi vida he hecho "scrapbook híbrido" ya ven esa manía que tenemos de etiquetar todo, pero bueno, esta actividad que no es más que la mezcla del scrapbook tradicional y medios digitales me ha resultado muy cómoda y para la "documentada" me es muy funcional conforme ha ido pasando el tiempo y cada vez más y más personas tienen acceso a la tecnología esta tendencia ha ido ganando adeptos.
Para mi no es solo recortar papelitos hay toda una historia detrás de cada imagen por lo que a veces me tardo en el proceso. En esta ocasión empecé haciendo un layout digital usando picmonkey que es una aplicación que tiene una versión gratuita que es muy buena. Yo tengo la versión Royale y ahí encontré los sombreritos que van perfecto y esa serie de "selfies" la hice un día que obvio no tenía que hacer la cuestión es que quedaron perfectas para la ocasión.

Después pensé que me gustaba más la idea de recortar la hoja y montar las fotos en papel para usar los protectores de bolsillos y el resultado final fue este.

Pero este solo fue el inicio primero tuve que hacer el ejercicio y solo es cuestión de empezar porque te vas literal "como hilo de media". No se necesita tanto un par de tintas, el sello de S1P, uno que otro washi tape y ya porque el material real esta dentro de cada uno de nosotros este es mi verdadero trabajo "escrapero" 

Y bueno al final de cualquier proceso de aprendizaje se necesitan evidencias la mía resultó en un layout 8x11 híbrido con alfabetos de Shimelle y Amy Tangerine y algunos washis de MT y no se a que estilo pertenece pero lleno de significado para mi que al final es lo que cuenta.

No dejen de documentar todos sus momentos porque al fin y al cabo de eso está hecha la vida.
¡Feliz Scrap!